RECUPERACION DE ESPACIOS PUBLICOS



A los pies de la Cordillera de Los Andes en el extremo oriente de la ciudad de Santiago de Chile, existe un lugar conocido como Peñalolén Alto. Hásta mediados del siglo XX estas tierras fueron fértiles y existían enormes chácaras y potreros de propiedad de la familia Arrieta, en las cuales trabajaban los inquilinos llegados de todos los rincones de Chile, quienes al no encontrar en la ciudad las prometidas oportunidades laborales y de vivienda se asentaron en la periferia urbana trabajando estas tierras para el dueño del fundo.

Con la consolidación de barrios campesinos, el inicio de loteos irregulares durante la década del 60 y la posterior expropiación de estas tierras, se produjo un cambio en el uso del suelo así como de la actividad productiva y social de sus habitantes, dando paso a la urbanización de este sector que en la actualidad forma parte de la comuna de Peñalolén.

Sin embargo, aún existen vestigios del pasado agrícola y ganadero del lugar como los canales de riego: obras fluviales construidas durante el siglo XIX para traer agua del río Maipo y de las quebradas que bajan desde los cerros de Ramón, para regar el fértil suelo del piedmont andino. De ellos, el Canal Las Perdices fue una obra y un espacio público de vital importancia para la población, puesto que sus aguas regaban las chácaras y servían para el consumo. Además, por sus riberas las personas podían desplasarse libremente de un extremo de la población a otro, es decir, tambien funcionaba como una vía de comunicación. Por último, el agua y la vegetación de sus riberas brindaban a la población una serie de beneficios ambientales como regulador térmico, lugar para la recreación y la presencia de fauna.

A fines de los 70’, con el total reemplazo de las chácaras por viviendas, senderos por calles, caballos por automóviles y mercados por tiendas, la presencia del canal se volvió obsoleta desde el punto de vista agrícola, puesto que ya no habia necesidad de regar las tierras, ahora urbanizadas. Poco a poco, el espacio que ocupaba el canal perdió importancia para sus dueños (Canalistas del Maipo y posteriormente Aguas Andinas) y en la actualidad sus aguas escurren canalizadas bajo tierra, dejando en superficie una larga y angosta franja de terreno baldío de aproximadamente un kilómetro que atravieza el corazón de Peñalolén Alto de un extremo a otro.

A primera vista, el espacio del canal se presenta como un lugar marginal al interior de la población. Ahora es destinado para arrojar en él toda clase de basura, desde escombros y basura doméstica hasta animales muertos. Además, la superficie de tierra carente de vegetación genera polvo durante el verano y barro en el invierno, el cual va a parar a las casas vecinas. La carencia de iluminación y la apropiación del lugar por mendigos e indigentes genera problemas de seguridad pública al interior de la población, y por último, la falta de apropiación de este espacio público por parte de los pobladores dificulta la integración y cohesión social dentro de Peñalolén Alto y también interfiere en la consolidación de las redes sociales que existían cuando el canal era un espacio público de los peñalolinos.

Sin embargo, una mirada mas profunda del lugar permite reconocer que el espacio social que se desarrollaba en torno a sus riberas no esta enterrado al igual que el canal, ya que es posible observar a ancianos, jovenes y niños que aún recorren a pie o en bicicleta este verdadero corredor urbano que les permite desplazarse y comunicarse con otros lugares de la población. Este lugar además tiene una serie de ventajas las cuales fueron identificadas por los niños del sector, como por ejemplo el caracter de mirador, unidad de los extremos de Peñañolén Alto y la importancia en la memoria histórica que el espacio del canal representa para sus habitantes.

Además, resulta de suma importancia señalar que una de las fuerzas sociales más significativas en Peñalolén, el Movimiento de Pobladores en Lucha, ha estado desarrollado y autogestionando proyectos habitacionales en lugares cercanos al canal. Dicho movimiento incorpora dentro de sus líneas ideológicas la construcción de una nueva ciudad y la consolidación de la población como el espacio territorial de los pobladores, siendo la calidad de los espacios públicos tan importantes como la vivienda misma para el logro de una vida plena y comunitaria.

Entonces, el estado actual del canal Las Perdices ha motivado que las fuerzas sociales de Peñalolén Alto alcen su voz para anunciar a la comunidad que están dispuestos a trabajar en la recuperación sus espacios públicos y de esta manera convertirse en una fuerza urbanistica que rompa la burocracia y tecnocracia del aparato estatal, el asistencialismo municipal y el enorme poder urbanista que ha demostrado tener el mercado inmobiliario que privatiza los espacios públicos a la misma velocidad que se expande la ciudad.

Es por esta razón que surge la iniciativa de trabajar e investigar en conjunto con los pobladores, en la elaboración de un proyecto de recuperación de espacios públicos - nacido y gestionado por los mismos pobladores - que permita recuperar el canal Las Perdices para los vecinos de Peñalolén Alto y de esta manera avanzar en la construcción de la nueva población y el resurgimiento del urbanismo popular.

TALLER DE URBANISMO POPULAR
SABADOS 20:00 HRS
SEDE JUNTA DE VECINOS POBLACION SAN JUDAS TADEO (COLEGIO MATILDE HUICI NAVAS)

CONTACTO: cec.urbano@gmail.com

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo una pregunta cual seria el proyecto de recuperacion?, acondicionarian lo que ya existe para que los habitantes salieran a sentarse en lo que era el canal?